La DANA golpea el corazón citrícola de Valencia

Las devastadoras consecuencias de la reciente DANA y las inundaciones en la Comunidad Valenciana están afectando gravemente a los cultivos de cítricos, en especial las naranjas, y al sector del arroz, dos emblemas agrícolas de la región. Este fenómeno meteorológico ha golpeado las principales áreas productoras de la provincia, dejando tras de sí daños que afectarán a toda la campaña citrícola y posiblemente al mercado europeo.

Los agricultores valencianos, junto con los habitantes de las zonas afectadas, están centrados en las labores de limpieza y rescate. La prioridad es socorrer a los afectados y restaurar las infraestructuras dañadas, muchas de las cuales han quedado intransitables. Según las organizaciones agrarias y cooperativas, los destrozos en los cultivos y en las instalaciones agrícolas son inmensos, aunque aún no se pueden cuantificar en su totalidad.

La campaña de cítricos en riesgo

La temporada de cítricos, que se extiende de septiembre a junio, ya había comenzado con la recolección de variedades extratempranas. No obstante, quedaban muchas frutas en los árboles, como las naranjas "navelina" y las clementinas, listas para entrar al mercado en las próximas semanas. Ahora, debido a los encharcamientos prolongados, los árboles están en riesgo por la humedad acumulada, lo que podría desencadenar enfermedades que afectarían la producción

Desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) advierten de que millas de hectáreas de cítricos y caqui han sufrido daños irreparables. Las comarcas de la Hoya de Buñol, la Ribera Alta, la Ribera Baja y l'Horta Sud, que concentran una gran cantidad de cítricos, se verán especialmente afectadas, lo que reducirá significativamente la oferta de estas frutas, tanto en el mercado español como en el europeo. En algunos momentos de la campaña, hasta el 60-70% de las naranjas en fresco que se consumen en Europa provienen de Valencia.

Además de las pérdidas en los cultivos, muchas casetas de riego, aperos, almacenes y naves agrícolas han quedado destruidas. Las pérdidas materiales en infraestructura agrícola representan un nuevo desafío para los productores, que deberán enfrentar el alto costo de reparación y reconstrucción de estos espacios esenciales para su actividad.

El sector arrocero también sufre daños

Aunque el sector del arroz ha sufrido en menor medida, debido a que la mayoría de los campos ya habían sido cosechados, el agua ha inundado varios almacenes en localidades como Massanassa. Según informan las cooperativas, en algunos casos se han perdido hasta dos millones de kilos de arroz que estaban en el proceso de secado. Los problemas no radican tanto en los arrozales, sino en los almacenes que han quedado anegados en comarcas del sur de Valencia.

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