Titaguas es nuestra ‘Ciudad de la Luz’

El pasado viernes París sorprendía al mundo con la inauguración de los Juegos Olímpicos, una cita que ha convertido a la capital francesa más que nunca en la Ciudad de la Luz.

Este sábado, sin más pretensiones que la de disfrutar de un pedazo de la magia serrana, la localidad de Titaguas se convirtió un año más en nuestra particular ‘Ciudad de la Luz’ en una nueva edición de la Noche de las Velas, un evento único y asombroso que durante unas horas convierte a este pequeño pueblo valenciano en un óleo de fuego y música.

La Noche de las Velas de Titaguas es todo un símbolo del Alto Turia, una apuesta sencilla de la población por convocar a todo el que quiera sumergirse en la historia, tradiciones, arquitectura y etnografía de la comarca.

Una cita que arrancó en 2013 y que este año cumplía su décima edición. Por supuesto, como no podía ser de otra manera, no faltaron los guiños al año olímpico y a su glamurosa sede, París, con las composiciones lumínicas en honor al evento deportivo, incluyendo los aros olímpicos y la torre Eiffel que deslumbraron en la Plaza del Ayuntamiento; o a la juventud local e incluso al amor, en creación picassiana, en rincones y recovecos del casco urbano.

La música a la luz de las velas, o la poesía, una de las novedades de este año, completaron una noche repleta de magia a la que acudieron miles de visitantes, convirtiendo a Titaguas, un año más, en capital del mundo rural valenciano.

“Es la noche más bonica del año”, expresan con orgullo los titagüeños. Y corroborado queda por diez veces y lo quedará otras diez o veinte. O las que hagan falta. Porque Titaguas, sin envidias olímpicas, es nuestra Ciudad de la Luz.



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