Sinarcas y Talayuelas, paraísos ornitológicos
Fotografía : Juan Carlos Manzanera
El sábado 24 de junio tuvo lugar en Sinarcas una
jornada de naturaleza, organizada por la Societat Valenciana d’Ornitologia
(SVO), el proyecto MONAU de cajas nido y la colaboración del Ayuntamiento de
Sinarcas.
Estas jornadas tratan de acercar el público a la
naturaleza mediante la revisión de cajas nido y la observación de aves en
diferentes hábitats tales como zonas forestales, zonas esteparias, bosques de
ribera, lagunas endorreicas y lagunas permanentes de interior, dando a conocer
la gran biodiversidad de especies que contienen dichos hábitats.
A las 9:00 se reunieron los asistentes en el
Ayuntamiento de Sinarcas y se dirigieron hacia una de las zonas forestales
donde el proyecto MONAU de la SVO tiene colocadas cajas nido para páridos
forestales (carboneros y herrerillos). Una vez llegados al lugar, se dividieron
en tres grupos, cada uno de ellos guiados por los coordinadores del proyecto.
Los participantes pudieron aprender curiosidades
sobre las cajas nido y ver de primera mano los nidos tan elaborados de
carbonero común, de carbonero garrapinos, y de herrerillo capuchino, además por
primera vez en tres años que llevan colocadas estas cajas, se pudo comprobar
que también han anidado en ellas el chochín paleártico y el agateador europeo.
Después de revisar las cajas nido y apuntar toda la
información que se guardará en una base de datos para futuras publicaciones, se
pudo comprobar un alto porcentaje de ocupación, pues de 53 cajas revisadas han
sido ocupadas con éxito de pollada nada menos que 32 y otras 3 contenían aporte
de material, nidos sin terminar quizá por la muerte de uno de los adultos.
También se pudo comprobar la predación de pollos por
lirón careto y por pico picapinos, ya que el agujero de entrada estaba
agrandado por este pájaro carpintero para que pueda acceder a los pollos del
interior de las cajas nido y alimentarse de los mismos.
Una vez terminada la revisión a la 13:15, los
asistentes se dirigieron a reponer fuerzas al bar de Sinarcas, una vez comidos
y con el calor que hacía en ese momento, se dirigieron a la piscina municipal
del pueblo para refrescarse.
A las 17:00 retomaron la actividad ornitológica y
los asistentes se dirigieron hacia el llano de Sinarcas y hacia el bosque de
ribera del Regajo, donde pudieron observar especies como mochuelos, cogujadas
comunes, alondras comunes, alondras totovías, busardo ratonero, pardillos,
gorriones chillones, escribanos trigueros, palomas torcaces, papamoscas grises,
arrendajos, pinzones entre otras especies.
Y para finalizar la jornada, partieron hacia la
microrreserva de la Laguna de Talayuelas, una laguna permanente de interior que
alberga una rica variedad de flora y fauna, y donde se pueden encontrar en
estas fechas al atardecer a los majestuosos halcones de Eleonora, unos halcones
marinos que pasan el invierno en Madagascar y que se desplazan en el mes de
abril hacia islas del mediterráneo como las Columbretes aprovechando el paso
migratorio prenupcial de aves paseriformes para alimentarse, después de este
período en los meses de junio/julio se quedan sin alimento y van a algunas
lagunas del interior de la península para alimentarse de insectos voladores
como libélulas y escarabajos sanjuaneros.
Llegados a la laguna pudieron observar especies que
habitan en la lámina de agua como focha común, porrón europeo, ánade azulón o
zampullín común. También en las inmediaciones de la laguna se pudieron observar
alcaudones comunes, bisbita campestre, trigueros, tarabillas europeas, un
águila calzada de morfo claro y también los cantos de ruiseñores, de carriceros
tordales y de oropéndolas, dejándose ver hasta tres preciosos machos de esta
última especie.
A las 20:30 aparecieron los mencionados halcones
marinos, los halcones de Eleonora, regalando su preciosa presencia a los
asistentes, hasta 7 ejemplares de morfo claro se dejaron ver, dando piruetas en
el aire, volando muy cerca de los asistentes, cazando en la laguna y apreciando
como estiraban las patas en vuelo ya que estaban alimentándose de voluminosos
insectos voladores.
Esta fue la guinda del pastel de una jornada variada
de naturaleza y hermandad de naturalistas con un éxito de participación de un
total de 17 personas / Fotografías : Pilar Gil
.
Comentarios
Publicar un comentario