“El entorno rural es un gran recurso didáctico”
La titagüeña María Victoria Sánchez García, Licenciada en Bellas Artes por la UPV, ha publicado un estudio para poner en valor el patrimonio rural como recurso didáctico para centros educativos valencianos
La Serranía, y sus pueblos, continúan mostrando su potencial humano que tiene, al menos en parte, garantizada su continuidad en una nueva generación de jóvenes “multipreparados” que llevan hasta sus respectivas localidades nuevas visiones del mundo que pueden ser implementadas en el propio territorio en pos de su desarrollo.
Es el caso de la titagüeña María Victoria Sánchez
García, Licenciada en Bellas por la UPV, que ha presentado un exitoso trabajo
final de posgrado de Educación Artística y Gestión de Museos con una profunda
investigación cultural que finaliza con diversas propuestas pedagógicas para el
entorno rural, y específicamente, para Titaguas.
Sánchez García ofrece en su estudio una visión
“positiva” del territorio, con una mirada que busca oportunidades de desarrollo
en todos los elementos que integran el paisaje natural y cultural de la
localidad del Alto Turia.
“La principal idea es defender el entorno rural como
espacio divulgativo y cultural donde pueden ocurrir sinergias entre
centro-periferia”, explica. “Debemos acercar el entorno rural a la urbe y la
urbe a la comunidad rural. En este sentido la educación artística y visual
puede ser una buena herramienta”.
El objeto de estudio se centra en buscar modos de
potenciar la didáctica patrimonial local a través del arte contemporáneo en el
medio rural, para además crear vínculos educativos con escuelas e institutos.
La Licenciada explica su idea de “laboratorio” entendido como un entorno vivo
donde experimentar y generar cosas nuevas junto con la educación y los procesos
creativos.
“La creatividad, la experimentación y los nuevos
discursos artísticos pueden darse en estos entornos rurales si los comprendemos
como gran escenario, como ágora o como laboratorio de creación artística”
Titaguas ofrece, en este sentido, un enorme
“escenario” con muchas vertientes (naturaleza, paisaje, etnografía) y con un
personaje histórico que puede vertebrarlas a todas: el ilustre botánico del
siglo XIX, Don Simón de Rojas Clemente y Rubio.
“Una
experiencia visual y didáctica, es el mejor souvenir que nos podemos llevar de
un lugar”.
En este sentido, los espacios naturales están llenos
de estímulos perceptivos para el niño y permiten desarrollar prácticas
pedagógicas vinculadas con el conocimiento del medio
“El arte conceptual es un vehículo comunicativo
interesante en el medio rural por su condición intrínseca de generar una
reflexión profunda y por las múltiples interpretaciones que existen en su
intersubjetividad. También por romper la idea de que el arte conceptual solo
puede darse en una gran ciudad cosmopolita”
También subraya la importancia de repensar la
cultura local, sus técnicas, sus conocimientos y la propia utilidad por ejemplo
del mimbre, el esparto, la madera o la arcilla, con una instalación de landart,
escultura, una intervención artística grabada en soporte audiovisual o una
acción performativa.
“Así mismo el centro, la ciudad o la urbe también
puede serlo en la dirección contraria, creando un feedback de ambas direcciones
un diálogo y un vínculo territorial, en definitiva”
A través de prácticas didácticas los visitantes
escolares pueden relacionar sus experiencias previas, su mochila de
conocimientos con los nuevos percibidos por este entorno.
Propuestas
dinamización
María Victoria profundiza además, y ofrece como
propuesta para Titaguas, un concepto novedoso desarrollado en Sueca, el
bosque/aula que puede servir de inspiración y referencia para realizar escuelas
de verano en el municipio basadas en esta filosofía, también incluidas en el
espacio pedagógico del museo local.
Crear una residencia de artistas, proyectos
comunitarios de artistas foráneos que cuenten con la colaboración de los
propios vecinos, intercambios con artistas procedentes de la ciudad o a nivel
nacional, de la facultad de bellas artes de Valencia u otros colectivos,
dinamizar a través de festivales culturales y eventos sostenibles (como la ya
famosa ‘Noche de las Velas’)…
Y todo ello, como decimos, con un eje central, el de
Simón de Rojas, que puede permitir trasladar al alumnado el espíritu de la
ilustración, conocer la figura de este insigne titagüeño a través de la
botánica, el territorio y su patrimonio y poner en práctica los métodos
científicos empezando por la observación del medio.
También incluso para los más pequeños del aula, que
integre el ciclo de germinación y crecimiento.
Sin olvidar el potencial de los recursos digitales,
que hoy en día permiten multiplicar de manera exponencial el impacto de
pequeños proyectos.
Un trabajo de un año de esta joven de la Serranía
que finalmente ha visto la luz en la revista universitaria de Cádiz,
‘Periférica’, y que muestra, como arrancábamos este artículo, el enorme
potencial del territorio, pero también de sus gentes.
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