Descubren que la dirección de las olas fue inusual en la tormenta ‘Gloria’
+ TURIA | La borrasca
azotó el Mediterráneo occidental entre el 20 y el 23 de enero de 2020 y causó
daños severos en las instalaciones costeras
Un estudio sobre los impactos costeros de la
tormenta Gloria en el noroeste del Mediterráneo ha descubierto que fue uno de
los eventos meteorológicos más intensos que han tenido lugar en la región
durante las últimas décadas y que la dirección de las olas del mar fue
particularmente inusual.
Un equipo de investigadores del Instituto de
Estudios Mediterráneos, Imedea (CSIC-UIB), del Departamento de Física de la UIB
y de la Universidad de Melbourne, han estudiado los impactos costeros de la
tormenta Gloria mediante el uso de un modelo numérico de alta resolución, ha
detallado la UIB en un comunicado.
Gloria azotó el Mediterráneo occidental entre el
20 y el 23 de enero de 2020 y causó daños severos en las instalaciones
costeras. De hecho, batió varios registros históricos, como el de altura de ola
significante o el de precipitación acumulada en 24 horas.
La acumulación del agua marina por la acción del
viento, la baja presión atmosférica y el efecto de las olas alcanzaron valores
de hasta un metro en la costa peninsular y fueron acompañados, cerca de la
costa de Dénia, de olas de hasta ocho metros de altura significante.
Por otra parte, a lo largo de las costas Baleares,
la acumulación de agua no fue significativa pero los impactos los generaron
olas de gran tamaño, que alcanzaron una altura de ola máxima de más de 14
metros ante la costa de Mahón.
La comparación de esta tormenta con los registros
históricos revela que Gloria ha sido uno de los eventos más intensos que han
tenido lugar en la región durante las últimas décadas y que la dirección de las
olas fue particularmente inusual durante el fenómeno.
La simulación realizada en el marco del estudio
hecho por investigadores del Imedea, el Departamento de Física de la UIB y la
Universidad de Melbourne ha permitido cuantificar el papel de los diferentes
“forzamientos” en la acumulación de agua marina en la costa peninsular.
Además, la alta resolución de la malla
computacional usada, que baja hasta 30 metros sobre el Delta del Ebro, permite
determinar qué parte de la inundación del delta tiene su origen en la mar y
diferenciarla de la inundación de agua dulce.
También se ha analizado la cantidad de agua que
llegó a la parte superior de acantilados de hasta 15 metros de altura en la
costa este de la isla de Mallorca, por la acción de las olas generadas por esta
tormenta.
El estudio está en fase de discusión abierta en la
revista “Natural Hazards & Earth Systems Science”, y se pueden añadir
comentarios para ayudar a mejorarlo.
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