El Consorcio Valencia Interior se compromete a luchar contra el cambio climático y desarrolla una estrategia para su mitigación
+ TURIA | Los retos del ente pasan por contribuir
al cumplimiento europeo de reducir las emisiones de CO2 en un 40 % en el año
2030
La Estrategia del
Consorcio Valencia Interior para la mitigación y adaptación al Cambio Climático
(Escvicc) ya está en marcha. De hecho, se trata de la primera de estas
características que desarrolla un ente supramunicipal en el ámbito de la
gestión de los residuos, alineada en este caso con la Estrategia Valenciana de
Cambio Climático aprobada por el Consell.
El ámbito geográfico en
el que se está desarrollando esta estrategia son las comarcas de Utiel-Requena,
la Hoya de Buñol- Chiva, Camp de Túria, los Serranos y el Rincón de Ademuz.
El CVI, tal como informa el diario Levante-EMV, está en proceso de evaluación de la huella de carbono,
como primer paso del desarrollo de esta Estrategia de compromiso del CVI en la
lucha por el cambio climático. En este contexto, los retos del Consorcio pasan
por contribuir al cumplimiento del objetivo europeo de reducir las emisiones de
CO2 en un 40 % para el año 2030, proporcionar herramientas de apoyo a las
Entidades Locales en la mejora de la gestión ambiental municipal y, en
particular, en la elaboración de los inventarios de emisiones municipales de
referencia.
Además, se pretende
mejorar la eficiencia ambiental y reducir los costes operativos, identificando
las oportunidades de mejora, contribuir a la descarbonización de la economía y
caminar hacia una economía circular, así como ser la entidad supramunicipal
referente en el ámbito de la gestión de residuos y la lucha contra el cambio
climático.
Los principales focos de
emisión de Gases de Efecto Invernadero en las instalaciones del Consorcio son
el vertedero y la zona de compostaje.
Por otro lado, están las
emisiones asociadas al consumo eléctrico de la maquinaria de selección y
compostaje. Por el momento, las medidas de eficiencia energética adoptadas, en
particular la acreditación del suministro de electricidad con Garantía de
Origen Renovable, han reducido un 63 % el impacto en CO2 por tonelada
gestionada. De hecho, se ha pasado de 9,4 kg de CO2 por tonelada de residuos en
2014 a 3,5 kg de CO2 por tonelada de residuos en 2017.
El Plan de Reducción y
mejora conlleva tres vías de reducción: la implementación de medidas de
eficiencia energética, la compra verde de energías renovables, así como la
disminución de las emisiones en el proceso de descomposición de residuos en el
vertedero mediante la captación y extracción temprana de biogás durante la fase
de explotación del vertedero y no sólo tras el sellado, como se viene haciendo
habitualmente.
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