"Los sabores de mi infancia": María Giménez expone en Titaguas su legado culinario y cultural
Maria Giménez tiene pasión por el arte culinario
desde que, con tres años ayudaba a su madre en la cocina jugando con sus manos.
En ella es por tanto, una pasión que le acompaña de forma natural desde la
infancia, de ahí el título de la exposición. Desde muy joven estuvo embarcada
en proyectos en el ámbito gastronómico. Por eso de forma natural, ha realizado
esta investigación para poner en valor un patrimonio oral que podría perderse
con una generación. En los libros que ha realizado junto a las mujeres de los
distintos pueblos que ha recorrido encontramos recuerdos de la infancia, los
platos que se servían en fiestas puntuales del año (unidos al calendario
tradicional), a que olía la casa de los abuelos en Navidad y como en el caso de
Titaguas con la “mona salada”, el olor a campo con amigos y fiesta ya que se
come saliendo de excursión.
Maria ha tenido un reconocimiento a su trabajo con
distinciones y premios como por ejemplo el Gourmand Cookbook Awards 2023,
celebrado en Riad (Arabia Saudí) en la categoría mejor libro de cocina popular
de España y cuarto a nivel internacional.
Su proyecto tiene como iniciativa recuperar la
memoria gastronómica y por tanto también, el vínculo emocional de familias que
han custodiado esa receta a lo largo del tiempo, la cual si no es traspasada a
la siguiente generación se perdería. Este es el valor de recuperación y
catalogación que hace el proyecto de Maria. Tiene un punto interesante también
en reunir los nombres tan particulares que tienen algunas recetas como por
ejemplo: las «Harinosas», un plato tradicional de bodas compuesto por harina,
masa de pan y miel, o el arroz maderero, hecho con bacalao, un elemento que
también se mezcla con el pisto. De postre es tradicional las «Ciruejas»,
ciruelas maceradas en agua y sal, entre otro tipo de pastas y dulces
tradicionales.
Los recetarios son un patrimonio local que reflejan
productos de temporada, por tanto la agricultura local, se vinculan al folclore
y a momentos concretos del año y reflejan también la relación histórica con el
saber hacer de una comunidad concreta. Su investigación se centra en las zonas
de Los Serranos y el Camp de Turia donde ha trabajado directamente con la
comunidad de mujeres y hombres también, que le han traspasado sus enseñanzas de
forma práctica. Contándole historias referentes a como se hacía determinado
proceso y en qué momento del año o porque fiesta, en la gastronomía popular
todo tiene un sentido.
Por estar en un territorio perteneciente a la zona
de Levante Español, podemos afirmar que es dieta Mediterránea (de interior)
cabe destacar que la UNESCO reconoció en 2013 este tipo de dieta como inscrito
en 2013 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad.
La dieta mediterránea comprende un conjunto de
conocimientos, competencias prácticas, rituales, tradiciones y símbolos
relacionados con los cultivos y cosechas agrícolas, la cría de animales, y
también con la forma de conservar, transformar, cocinar, compartir y consumir
los alimentos. El acto de comer juntos es uno de los fundamentos de la
identidad y continuidad culturales de las comunidades de la cuenca del
Mediterráneo. Es un momento de intercambio social y comunicación, y también de
afirmación y renovación de los lazos que configuran la identidad de la familia,
el grupo o la comunidad. Este elemento del patrimonio cultural inmaterial pone
de relieve los valores de hospitalidad, buena vecindad, diálogo intercultural y
creatividad, así como un modo de vida que se guía por el respeto de la
diversidad. Además, desempeña un papel esencial de factor de cohesión social en
los espacios culturales, festejos y celebraciones, al agrupar a gentes de todas
las edades, condiciones y clases sociales.
También abarca ámbitos como la artesanía y la
fabricación de recipientes para el transporte, conservación y consumo de
alimentos, como platos de cerámica y vasos. Las mujeres desempeñan un papel
fundamental en la transmisión de las competencias y conocimientos relacionados
con la dieta mediterránea, salvaguardando las técnicas culinarias, respetando
los ritmos estacionales, observando las fiestas del calendario y transmitiendo
los valores de este elemento del patrimonio cultural a las nuevas generaciones,
como deja latente Maria en su trabajo poniendo en valor a estas mujeres. Por su
parte, la huerta valenciana en sus distintas tipologías es un elemento más de
interés en esta recopilación de conocimientos sociales.
En palabras de María: «Son recetas de pueblos
pequeños que, al no haber relevo generacional, se pierden, y perdemos lo que
nuestros antepasados tenían», dice la autora. De ahí que convocara a mujeres y
hombres de Aras de los Olmos a participar en la redacción de este primer libro con sus propias recetas, con las
que crecieron y permanecieron en sus familias. En cada pueblo donde inicia una
recopilación de saberes acogen muy bien el proyecto y un grupo de personas
implicadas ayudan a Maria a dar puntadas para tejer la conservación de este
patrimonio, en el proyecto se han unido Titaguas, Chelva, Chulilla y con
anterioridad Gestalgar, Alpuente, La Yesa, Higueruelas, Aras de los Olmos y Dos
Aguas. Un proyecto que cohesiona la identidad del territorio.
Su proceso de creación es: convocar y reunir a
los/las participantes todos/as juntos cocinan el plato siguiendo las
indicaciones de María, que aporta los
utensilios para hacerla y para decorar el plato final, que se fotografía por la
autora para maquetar el libro después. «Es parte del encanto traer manteles,
copas, tablas o bandejas que eran a su vez de sus abuelas o bisabuelas, y todo
eso sale en las fotografías, es memoria también», dice Maria.
Así pues, La Casa de las Luces servirá de marco
expositivo para poner en valor el material fotográfico creado por María,
añadiéndole en palabras de la gestora cultural del espacio: “un valor estético
a este patrimonio rural que es memoria de su comunidad”. Victoria también
añade: “cuando conocí a María inmediatamente reconocí el valor de su trabajo,
como ha conectado con la parte emocional de la comunidad que le rodea, vi en
sus fotografías reminiscencias de Zurbarán en aquellos fondos oscuros y
austeros de sus naturalezas muertas que resaltan el elemento gastronómico, los
objetos de attrezzo y la pátina de tiempo que los envuelve; las composiciones
son muy interesantes por eso le animé a montar una exposición itinerante que se
iniciará aquí”.
La exposición tiene la intención de ser itinerante
con el objetivo de configurarse como un material de divulgación y de
acercamiento a la cultura de estos pueblos, su gastronomía y su producto
local. Unido a la muestra estarán los
libros que ha realizado la autora para quien los quiera adquirir. La muestra
tiene la intención de despertar los sentidos a través del disfrute estético de
la fotografía, con un relato humano que la sustenta, la tradición culinaria
familiar y los propios recuerdos de María que pueden ser los de todos.
La exposición se inaugura el 14 de diciembre a las
18h en La Casa de las Luces (plaza Cuadrante nº6) en Titaguas y estará hasta el 14 de febrero
del 2025, donde se podrá conversar directamente con la autora y conocer a las
personas implicadas en su proyecto que serán homenajeadas. María está haciendo
una labor como divulgadora a través de Show Coockings por todo el territorio en
eventos tan interesantes como el FESTIVAL DE OTOÑO de la Serrania, promovido
por la Mancomunidad del Alto Turia y los ayuntamientos que la conforman. Siendo
el día clave de Titaguas el 7 de diciembre sumado a la festividad ancestral de
LAS HACHAS.
Y para concluir en palabras de Maria: «Mi misión era
recuperar las recetas del pueblo, esas que cuando abres un libro se cae un
papel y aparece la letra de tu madre explicando cómo hacer rosquillas». De ahí
que todo lo que ha venido después, con el reconocimiento internacional como
máxima alegría, haya sido un regalo.
Fotografías y autoría del proyecto: Maria Giménez
Textos y comisariado de la exposición: Maria
Victoria Sanchez gestora cultural Casa de las Luces
Principales agradecimientos: a los ayuntamientos de
los municipios participantes en el proyecto y sobre todo a las mujeres
conservadoras de los recetarios orales y escritos.
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