La yeguada trashumante de La Dula vuelve a Domeño

Tras pasar cuatro meses en los pastos de la laguna del Cañizar, en Teruel, un centenar de caballos inician su regreso a Domeño, Valencia, donde pasarán el invierno. Este viaje, que abarca aproximadamente siete días de ruta, no es solo un traslado, sino una tradición ganadera que refleja el vínculo entre los animales, sus cuidadores y el entorno natural.

Durante los meses de verano, los caballos disfrutan de los ricos pastos de la laguna, un humedal con un ecosistema ideal para su alimentación y descanso. Al llegar el invierno, los cuidadores conducen a los animales de vuelta a Domeño, recorriendo un camino que atraviesa paisajes variados, desde las sierras de Teruel hasta las tierras bajas de Valencia. Este traslado no solo asegura el bienestar de los animales, sino que también mantiene viva una tradición ancestral en la región.

El viaje de esta yeguada es una muestra del esfuerzo y dedicación de los ganaderos, que trabajan durante todo el trayecto para garantizar que los animales lleguen en óptimas condiciones. Además, este evento se convierte en un espectáculo para los municipios por los que pasa que observan el paso de la caravana, recordando el legado histórico y cultural de la trashumancia en España.

Esta tradición refuerza la importancia de la ganadería sostenible y el respeto por los ciclos naturales, valores que siguen siendo fundamentales en muchas comunidades rurales. El retorno de los caballos a Domeño es, sin duda, una celebración de la conexión entre el hombre, los animales y el paisaje.

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