El Supremo confirma la sentencia de 27 años de cárcel al Rambo de Requena
El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia que
condenó a 27 años de cárcel a Pedro Lozano Jiménez, conocido como el Rambo de
Requena, por el intento de homicidio de dos guardias civiles a los que disparó
durante su fuga por la sierra de Teruel, uno de los cuales resultó herido de
gravedad, en 2020.
En una sentencia con fecha del 20 de septiembre y a
la que ha tenido acceso EFE, los magistrados del Supremo desestiman el recurso
de casación que interpuso la defensa de Pedro Lozano a la sentencia promulgada
por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón en
octubre de 2022, que a su vez ratificaba la pronunciada en primera instancia
por la Audiencia de Teruel en abril del mismo año.
En el recurso, el abogado del Rambo de Requena
alegaba ausencia de motivación de la sentencia; que los hechos eran
constitutivos de un delito de lesiones graves, en lugar de homicidio en grado
de tentativa, y error en la apreciación de la prueba.
Los magistrados del Supremo desmontan estos
argumentos y entienden que en el recurso de casación presentado por la defensa
del condenado a la sentencia del TSJA falta motivación y no tiene "el
mínimo desarrollo".
Asimismo, entienden suficientemente valoradas las
pruebas que llevaron a los jueces de la Audiencia Provincial de Teruel y del
TSJA a considerar que la condena debía ser por intento de homicidio.
Se refieren de este modo a que el ánimo de matar que
tuvo Pedro Lozano se fundamenta en el empleo de un arma mortífera, alterada en
su configuración física para incrementar su capacidad de causar la muerte, y en
el disparo en las dos ocasiones seguidas en dirección al lugar donde se
encontraban los agentes, logrando alcanzar a uno en el brazo y abdomen.
La presencia en la provincia de Teruel del Rambo de
Requena fue detectada en junio de 2020, después de protagonizar diversos
delitos violentos en la Comunidad de Valencia y protagonizar una larga fuga por
zonas boscosas y de campo.
El tribunal consideró probado que Pedro Lozano se
refugió en una casa ubicada en el municipio turolense de El Castelar hasta el 8
de junio de ese año, momento en el que decidió reanudar su fuga hasta Muniesa,
donde quedó arrinconado y se enfrentó con una escopeta a los agentes, uno de
los cuales resultó herido de gravedad en un brazo y el abdomen.
Finalmente, tras estrellar un vehículo en Andorra y
obligar a un conductor a que le llevara en dirección a Albalate del Arzobispo,
Lozano se apeó de este ultimo coche y continuó su camino a pie, antes de ser
interceptado en una zona agreste, donde tras enfrentarse a los agentes que le
perseguían recibió un disparo mientras trataba de ocultarse en unos arbustos.
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