Riba-roja de Túria aumenta hasta 11'5 millones de metros cuadrados la superficie agrícola destinada al cultivo de cítricos
El término municipal de Riba-roja de Túria ha
experimentado un incremento notable de los terrenos destinados al cultivo de
naranjas y mandarinas en más de 100.000 metros cuadrados de extensión y supera
ya las cifras pre-pandemia del año 2019. De esta forma, la localidad ha pasado
de una extensión de 1.143 hectáreas del año 2019 a los más de 1.153 hectáreas
del ejercicio de 2021.
El informe del sector agrario valenciano publicado
por la Conselleria de Agricultura detalla, de forma pormenorizada, la evolución
de los productos de este sector durante los últimos años, con una atención
especial a las cifras de entre el ejercicio anterior a la pandemia y la
actualidad. De esta forma, la superficie destinada por los agricultores de
Riba-roja de Túria durante el ejercicio de 2019 estaba fijada en 623 hectáreas
en total mientras que el año pasado alcanzaron las 656 hectáreas, es decir, un
incremento de hasta 330.000 metros cuadrados entre ambos periodos de tiempo.
Por su parte, la superficie destinada en Riba-roja
de Túria a mandarinas ha pasado de 520 hectáreas en el ejercicio de 2019 a las
497 hectáreas del año pasado, es decir, un descenso de 230.000 metros cuadrados
entre ambos ejercicios. Sin embargo, el montante global entre ambas categorías
de cítricos, naranjo dulce y mandarino, según la terminología empleada por la
Generalitat, se ha incrementado en los citados 100.000 metros cuadrados de
extensión.
El informe de la Generalitat Valenciana se centra,
también, en los diversos tipos de cultivos a los que se destinan los restantes
metros cuadrados del suelo agrícola del término municipal de Riba-roja de
Túria. De esta forma, la producción de las algarrobas se mantiene en un tercer
lugar tras los cítricos, con un total de 412 hectáreas en secano y otras 6
hectáreas en regadío, hasta alcanzar las 418 hectáreas entre ambas modalidades.
Las cifras de la algarroba mantienen una línea regular desde el ejercicio de
2019, en la que la se ha mantenido en las citadas 418 hectáreas.
Además, cabe destacar otros tipos de cultivos
recogidos en el informe de la Conselleria de Agricultura de forma que los
terrenos dedicados al olivar para la producción de aceite llegan a superar las
cifras, incluso, del año 2017 al pasar de las 85 hectáreas de aquel ejercicio a
las actuales 89 del año 2021. Otros cultivos son los caquis, para los que se
destinan 11 hectáreas desde el año 2018 o las 6 hectáreas de granados o los 5
de los melocotoneros.
La cantidad de terrenos del término municipal de
Riba-roja de Túria, dotado de 65’4 millones de metros cuadrados en total,
supone que el 17’5% se destina al cultivo de cítricos –tanto naranjas dulces
como las mandarinas- con un total de 11’5 millones de metros cuadrados mientras
que los terrenos dedicados a las algarrobas son un total de 4’1 millones de
metros cuadrados, es decir, el 6’4 %. El resto de cultivos se reparten entre
una gran variedad de productos agrícolas.
Otros productos agrícolas se mantienen en cifras
similares a lo largo de los últimos años, con las 9 hectáreas destinadas a las
flores y las plantas ornamentales, las 16 hectáreas de alfalfa, las 6 hectáreas
de producción de lechugas, las 2 hectáreas de sandías o una hectárea para la
producción de tomates, todos ellos elementos tradicionales en la lista de la
compra de las personas. Por último, otros productos a tener en cuenta son las 2
hectáreas que se destinan a las cebollas o las 3 hectáreas de calabacín
Cabe destacar que el decreto 43/2007 del 13 de abril
de la Generalitat Valenciana supuso la Declaración del Parque Natural del Túria
y, por tanto, un reconocimiento que pone de relieve la importancia de la huerta
en las riberas del Túria. Precisamente, se trata de uno de los ejes
fundamentales sobre los que pivotan las políticas municipales del actual equipo
de gobierno en materia de agricultura, enfocadas a la preservación de los
productos autóctonos.
El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha
afirmado que los datos contenidos en el informe de la conselleria de
Agricultura “avalan la apuesta de este equipo de gobierno de apoyar a nuestros
agricultores con incentivos fiscales como consecuencia de episodios
atmosféricos adversos o subvenciones por la limpieza de las parcelas ya que se
trata de un sector estratégico esencial para desarrollar políticas ambientales relacionadas
con la huella de carbono, para reducir las emisiones de dióxido de carbono y la
economía circular que apuesta por los productos de proximidad”
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