El acuífero de Requena-Utiel está incluido en un programa piloto internacional sobre las reservas de agua dulce en el planeta
El agua subterránea, a la que se llama muchas veces "el recurso invisible", porque, aunque está prácticamente en todas partes, no se accede a ella hasta que se perfora un pozo y se extrae, podría ser "la solución para muchos de los problemas de estrés hídrico" actuales.
"Es un agente clave en la lucha contra el
cambio climático", explica en una entrevista con EFE el catedrático de
Ingeniería Hidráulica Jaime Gómez-Hernández, quien acaba de ser incluido por la
revista Forbes en su Lista Top 50 de los españoles más premiados por el impacto
internacional de sus estudios sobre aguas subterráneas.
Las aguas subterráneas representan "las
reservas más importantes de agua dulce en el planeta, si quitamos la que hay
congelada en los Polos", ya que el 69 % del total está en los Polos, el 30
% en el subsuelo y el 1 % restante en embalses, ríos y lagos, afirma este investigador
de la Universitat Politècnica de València (UPV).
Destaca que es un agua "prácticamente
ubicua" y habría que tenerla en cuenta para combatir problemas de déficit
hídrico que se están produciendo con el cambio climático global, sobre todo en
las zonas del Mediterráneo, donde "se están notando más, y se van a notar
todavía más".
Precisamente, en estos momentos el principal
proyecto en el que está trabajando se denomina "Gestión sostenible de las
aguas en el Mediterráneo", en el que junto a seis países del entorno se
busca desarrollar herramientas para intentar que el agua subterránea sea
gestionada "de la manera más eficiente y más sostenible posible".
Portugal, Alemania, España, Túnez, Italia, Turquía y
Grecia forman parte del proyecto, que lidera el también responsable del grupo
de Hidrogeología del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la
UPV y que cuenta con cinco zonas piloto de estudio, que en el caso de España es
el acuífero de Requena-Utiel (Valencia).
Con más de tres décadas de estudio de las aguas
subterráneas a sus espaldas, Gómez Hernández considera que se trata de un
recurso que "ha estado olvidado, o no tratado debidamente" por los
gestores, para los que ha tenido más rédito público "inaugurar una nueva
presa que un pozo de extracción".
No obstante, cree que en los últimos tiempos eso
"está cambiando" y actualmente los gestores son "más
conscientes" de la importancia de las aguas subterráneas y tienden a una
"gestión integral" de los recursos hidráulicos, en la que se tiene en
cuenta tanto el recurso superficial -el agua de ríos y embalses- como el
subterráneo.
En este contexto, aplaude que este año el Día
Mundial del Agua -establecido por la ONU para cada 22 de marzo- lleve por lema
"Hacer visible lo invisible", con el fin de intentar concienciar
tanto a la población en general como a los gestores de la importancia del agua
subterránea, de la que hay unos 350.000 kilómetros cúbicos en el mundo, para
solucionar los problemas de "estrés hídrico".
Este experto, quien en 2020 recibió el conocido como
Premio Nobel del Agua, afirma que se está intentando invertir más presupuesto
que hasta ahora en este recurso, y por ejemplo en España, donde hay
contabilizadas 700 masas de agua, se acaba de anunciar un Plan de acción para
una gestión de las aguas subterráneas, que permitirá mejorar su calidad y
cantidad.
Gómez Hernández destaca además que la Comunitat
Valenciana es la autonomía que más agua subterránea utiliza de toda España:
aproximadamente el 46 % del agua que se emplea para abastecimiento y riego
viene de los acuíferos, del subsuelo, aunque la gente piense que procede de los
ríos Turia o Júcar / EFE
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