Una cocina de altos vuelos en Chulilla

MAS TURIA | El restaurante Las Bodegas acogió el intercambio gastronómico con el Hotel Chiqui de Santander

El pasado 2 de octubre, la cocina del restaurante Las Bodegas, en Chulilla, se convirtió en el escenario del encuentro gastronómico entre los fogones valencianos y los cántabros. El chef Antonio Solá, en representación del restaurante anfitrión, y Kike Pérez, responsable de cocina del Hotel Chiqui, en Santander, deleitaron al casi medio centenar de asistentes con una clase magistral de alta cocina .

El objetivo del intercambio, el segundo tras el encuentro que tuvo lugar en Santander en el mes de abril, es dar a conocer el producto de cada tierra fuera de su territorio. Las Bodegas de Chulilla, a través de la mano experta de Antonio Solá y sus ayudantes, prepararon para la ocasión un menú degustación en el que no faltó representación de los diferentes sabores de la comida de la región, en un homenaje conjunto a la tierra y el mar. Tártar de tomate con salmorejo y gulas, canelón tradicional de pasta fresca con carne de cocido, lomo de bacalao sobre cebolla caramelizada y aceite de pimentón, codillo ibérico en su juego y macedonia de frutas natural con sorbete de limón completaron el menú chulillano.

Por parte cántabra Kike Pérez trajo los sabores del cántabrico: sobado con queso de las Garmillas, anchoa y mermelada de tomate, emparedado de bonito, foie, cebolla roja de Potes y almendra tostada, laminado de aguacate y centollo con vinagreta de la huerta, huevo en dos cocciones sobre crema de boletus y trufa negra, lubina a la sal con puré de calabaza, cordero de la zona confitado con su esencia y quenelle de patata, borracho pasiego con croqueta de flan de queso y gin-tonic en texturas.

Al intercambio acudieron diversos representantes públicos de los municipios implicados, entre ellos, el alcalde de Chulilla, Enrique Silvestre, y la Concejal de Turismo y Teniente Alcalde de Santander, Gema Igual, así como empresarios y agentes de La Serranía.

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